Acabo de leer el libro Criadas y Señoras de Kathryn Stockett (primera novela de la autora nacida y criada en Jackson, Mississipi) en apenas una semana y en seguida me ha venido el recuerdo de las novelas de Fannie Flagg (Tomates Verdes Fritos en el Café de Whistle Stop que fue llevada al cine con el título de Tomates verdes fritos, Bienvenida a este mundo, pequeña, Daisy Fay y el hombre de los milagros y Me muero por ir al cielo); ya que ambas autoras tratan de las relaciones que se establecen entre gentes que no son família y que hacen piña antes las adversidades de la vida, creando comunidad y que explican que en toda tragedia hay sonrisas y risas. Te enamoras de los personajes que van creciendo a lo largo de una narración ágil y llena de detalles. Como sucede en el libro La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey de Mary Ann Shaffer y Annie Barrows.
Reivindico esa literatura de historias tan bien contadas y personajes tan entrañables que no por ello son menores sino que te hacen disfrutar de la literatura sin pomposidad y solemnidad de los "grandes autores" que pueden llegar a ser soporiferos.
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